Fin del interludio...

No nos vamos a engañar, este interludio no nos ha llegado ni a las muelas. Solo he introducido el concepto de interludio, anunciado el concurso, para el cual no he recibido ni un triste correo, y reflexionado sobre el año viejo y el nuevo.
Mucho me temo que no se podrá hacer mucho más, mis reservas son pobres y escasas y yo tengo un estrés que no puedo ni con mi alma. Motivo por el cual, junto a los exámenes, no me deja más opción que dejar la apertura de la tercera temporada para el 7 de marzo.

Hasta entonces, echadme de menos, esperadme y participad el "concurso".

Séptimo primer post del año...

Empieza otro año, y mientras suena la Filarmónica de Viena, yo entono la trompetera sinfonía para Kleenex; "El resfriado de la primera mañana del año". No sé ni cómo ni cuándo, pero cuando me desperté, ya estaba resfriado.

Dicho esto, redactaré con mi escasa disposición física el típico primer post del año que escribo cada año con la intención de escribir el primer post del año.



¿Qué puedo decir sobre el asunto? Ni yo lo sé, es muy pronto para hablar del año. Lo único que sé, es que no pienso esperar demasiado de él, esperando lo peor es como mejor sienta una inesperada buena noticia. Todo lo bueno de este año pretendo currármelo yo, lo malo que me suceda no será por mi culpa, porque ya estoy un poco cansado de sabotearme continuamente. Puedo prometer y prometo, que eso será lo único que pretendo de mí este año.